miércoles, 14 de marzo de 2018

Quienes ignoran, quienes nada saben.

Cómo sonará mi consciencia,
añejada en tu primavera
si se ríen de mí los astros,
en la certeza de tus manos atadas.

Dicen, estas lenguas insípidas,
lo mal de uno, otro
el desgaste entre del aceite/petroleo
miel/sangre,
un descifrado permanente
en la vocación de un fraccionador
de epitafios en madera.

Advierten,
desde una acera lejana,
la terraza donde nadie invito a nadie,
en gritos enfurecidos,
¡separense!
¡alejense!
¡se hacen daño!
!van a morir de pena¡
!son las doce de la noche¡
!buscame al final del trayecto¡
!enviadme a buscar la presencia perdida¡

Saben poco.

Quienes se someten a la fuerza de la tradición,
sin entender lo importante
de romper las reglas.

Saben nada, quienes no atestiguan los besos que atravesamos con nuestras gargantas,
ni la mirada cómplice, alrededor de la pista de baile, llena de oscuridades que solos nuestras pupilas enfrentan.
no sintieron el choque del infortunio,
o la peste del sentir vacío
al tomar el taxi en la dirección contraria.

Nadie puede hablar de ti, o de mí, porque ignoran lo más importante,
cuando más nos entregamos,
al vivir en lo colectivo,
más nos dedicamos a ello,
donde empezamos de nuevo.

Es que el tiempo funciona en su forma extraña, convirtiendo mi cadáver de a poco en vida, mientras veo recomponerse mis canicas y volver a comer el veneno indocumentado acumulado entre tus pies. La angustia propia de no saberse, ni encontrarse.

Es que asustas cada vez que te veo,
consulto estrellas, preguntando cuál será el desenlace de aquel momento,
trato de recordar otros encuentros, uno más distinto del anterior,
tratando el pragmatismo sin sentido y como buen ateo,
bajando con mis ojos
mirar los tuyos
entonces pierdo
de nuevo,
contigo.

Por eso, creo que mi orientación en estas materias
se ha vuelto más inestable que mi propia incapacidad de resistir,
a tu lógica
a mis aspiraciones
que finalmente
son errores.

Saben poco.

Quienes se embarcan en buscar mil justificaciones para someterme a una racionalidad que carece de toda la génesis, aquello que creo surge entre nosotros, cuando andamos juntos, cuando erramos el pasado y nos enfocamos en el futuro, aun con los lentes de contacto que solo dejan ver más un par de años luz.

Es que no saben cuanto me gusta el futuro, yo tampoco.


lunes, 5 de marzo de 2018

No era momento.




"Si amas sin despertar amor, esto es,
si tu amor, en cuanto amor, no produce amor recíproco,
si mediante una exteriorización vital como hombre amante
no te conviertes en hombre amado,
tu amor es impotente,
una desgracia."
K.M.

Me aplaca el sentido

más puro y transitorio
de tu falta de presencia
ante mi claroscuro de dudas.
Siento que no formas parte de mi
sin siquiera formar parte yo de algo
sin que seamos poemas que se arrojan
al aire, o a las sábanas
dónde tiramos agotados y entusiastas
porque sé que son las mañanas
las que te prenden
hasta que te acuerdas de nuevo
que no quieres nada más que esto,
me surje una consulta, la pregunta
¿Sólo que te gusta tirar conmigo?
pero te cuesta verme sonreir,
o acompañarme con tu nariz,
mi nariz que se congela cuando
escucho tus palabras,
sin que digan nada.
Es que dices que tenemos algo
pero no tenemos nada,
porque no nos tenemos
porque no nos queremos tener en grado alguno
y claro
y tengo que mentirme a mi mismo
diciendo que no quiero nada contigo
aunque quiero
y lo pienso,
para otro
eso podría ser cómodo, fácil
porque tener nada te compromete a nada,
pero a mi nunca me ha gustado la nada
prefiero crear o destruir
lo primero en mi apetito
lo segundo en mi nostalgia.

Lo peor de todo,
es que tengo claro, noche de verano,
tus palabras ya me lo han dicho,
tus palabras languidecientes me lo han repetido,
una y otra vez,
no somos nada
vas a sufrir,
alejate de mi,
mientras me equivoco,
a pesar de escuchar las reiterativas acusaciones
y es que nunca pense
esa angustia de existir sin tu boca,
miedo a volver ser un objeto
para el sexo de quien quiera
para el deseo de quien me utiliza
para el no venir al tiempo de quien me ve como un rato
sin que sepa que más viene
a quien le intereso
o quien soy. 

No tengo ganas de volverme cristal
ni romperme en pedacitos
mientras pienso si habría futuro a algo que no existe
ni pretendes que exista,
o no lo sabes,
ni pretendes saberlo,
entonces,
vuelvo a mi sentir olvidando
falta de pertenencia
vuelvo a sentirme sin casa
sin manos a las cuales arroparme
sin hombros sobre los cuales llorar
reir
o simplemente dormir
con tu cabecita en mi pecho.

¿Porqué buscar el amor?

Algunos parecemos ser unos empedernidos demócratas del futuro.  

¿Es tiempo ya de olvidarme de ti
de volverme a sentir solo
en la búsqueda de la nada,
y como un parche curita
tirar de ti por ultima vez
para no volver a tirar contigo
de nuevo?

Tal vez nunca debí olvidarme de que estuve enamorado de ti
hasta los conchos de mi existencia.

Y ahora, es difícil volver los pasos atrás,
o mirar a través de lentes rayados,
cuando no hay espacio alguno para ello,
cuando no dejas de aparecer en cada aliento.