lunes, 26 de agosto de 2019

Patria

Cerrar con el filo de mi ojo la punta de diamante que se forma en la comisura de tu boca
posicionando al centro en angustia, a la brama de un pedazo de tierra conquistado,
donde como niño, lloriqueo ante la ternura castaña de tus besos.

Y me preguntan entonces, ¿Donde esta mi patria olvidada?

No tengo patria
no tengo idea parecida a lo que creemos es la consigna
de tierras quemadas, las cuales
no tienen el sabor a patria
ni siquiera caben dentro de la figura, irreal de tu espera
de tu congoja
de la insumisa canción que avala tu idioma
de las palabras articuladas por tu boca
himno vocal de la pertenencia al relato
al ingreso
a la deuda extranjera
al llamado insurreccional de tus puños
golpeando el borde de mi cintura
con sus manos abiertas
evitando la mirada fija
al sobresaliente deseo de mi hogar
arropado en tus brazos
razón o fuerza
del llamado a la liberación.

las canciones se van callando, según tu vas mirándome.

Encierro entre canastas de ropa
una vieja usanza conocida
sabida por mis posaderas de lino
entibiadas entre tus manos de zurcidora
abierta a la pena correcta
incierta o abismante como para relatar
el forro de tus lagrimas fondeando
las hojarascas que fueron mis llantos
sonando de a poco entre tapujos
yéndose libradas por la constipada
sensación de olvidarte
como palabras frías
al final de la canción
terminada por tus ojos verdes
muchacha envuelta
en llamaradas solares.