La conquista del pan

en un gramo de masa

encuentro la historia de un pueblo asumido en guerra

mi corazón se vuelve cada cierto tiempo

un espacio gracioso

de pérdida. 

tenemos la obligación historica de enfrentar la miseria

de multiplicar la saciedad de nuestras conciencias

a los estomagos de quien lo necesita

multiplicar infinitamente cada certera producción de viento y no morir ante nadie

sino sentarnos

dispuestos a comer los restos

del almuerzo.  

aunque sea vertiendo la sangre ausente 

teñiremos los mantos de nieve impoluta

para fermentar el barro de harina gruesa

cosechando 

desde el momento del hambre

la venida de un mesias travestí y popular.

Unguied Bomb

Destruye en su radio la carne y la sangre

sin distinción

sin dirección

solo muerte arrojada con la probabilidad de encontrar a la muerte

ojos de miseria 

enjaulados en el metal del imperio

rellena de los descubrimientos cientificos de una epoca

explota la pobreza donde reside cualquier bacteria de rebeldía

mi coraje no permite discriminar a los caídos

ni  la fuente de sus ideas

ante una bomba que no discrimina

no seré yo quien lo haga. 

Salen de la tierra

Bajo el grito del todopoderoso

surge la hidalgía pronta del resultado escueto

naciendo de la tierra 

naciendo de las bombas

las manos no tiemblan en sostener la espada polvorienta

azotando el aire destroza el metal colono

 y los gritos de los muertos

adornan este requiem compuesto

en el entorno resuelto de la guerra. 

Kavin Garrido

En el texto fecundo de una palabra

no cabe la impresión fervorosa de tu nombre

así los barrotes buscan sellar un alma difusa

pérdida en la cara simple de los explotados

dirán que una locura tiene premio

arrojada sin vertebras a las murallas

es el término acorde de una justicia

enfocada en detener el cauce de los ríos. 

Soy un soldado palestino

hoy es la noche

en que los zionistas tratarán de entrar

a mis fauces abiertas

a mi gaza hambrienta

y cada pedazo de concreto es pasto

y cada bomba que cae son pajaritos cantando

y cada muerto es un árbol de olivos

esta ha sido mi vida

y esta será mi muerte

pero no saldrá barata

mi sangre tiene el color de un pueblo

mis ojos son la caricia adivina del terror

y veo en la oscuridad de mis noches

y siento la adrenalina llenar mis musculos

no podré llegar muy lejos

pero tampoco pueden llegar cerca

de mi corazón

sueltenme hoy entre los restos

cuando los zionistas entren a mi tierra

dejaré el rastro de mis manos acribilladas

en cualquier metralleta que pueda surgir del tiempo

y me llevaré a más de uno

conmigo. 

Restauración Conservadora

En algún recóndito lugar, al centro del corazón del pueblo

veo suceder esta escalera de hechos sucesivos

átomos porfiados ante la fisión nuclear del órgano central de propaganda

arraigando en el sanhattan, un mar de mentiras

datos inventados, estadísticas invertidas.

- como decía el pelao Lenin - 

La burguesía llama libertad

a la libertad de oprimir al pueblo

- la democracia como la demagogia del rico -

Frente a esta arremetida conservadora

como nunca antes

necesitamos la dictadura de los pobres

de las mujeres

de las disidencias

de las razas oprimidas

arremeter contra los blancos hombres ricos 

chocar contra el núcleo de su apetencia

destrozando el clamor doliente

la proeza mitomana de que somos caleidoscopios

separados, hermosos en el conjunto

pero sin tener permiso para unirnos frente al cristal de la realidad.

El convento que aparece por las noches

Catedral de obcecadas miradas
en el panóptico crepuscular del sexo público

de la risa apagada por la metanfetamina

a la nostalgia usurera de infancias hechas mierda.

Diáconos de profundo negro 
agobian el paso a las musas travestidas

los colores no existen en este desplante

son congojas primerizas para el disidente perseguido. 

Monjas inusitadas para el aquelarre
Distopía fantástica de corazones aguerridos 

la sospecha sobre quién pueda dar teta

enredadas por cristales monolíticos. 

Feligreses agolpados en los durísimos altares
abren su carne a la fruncida aguja

es la ketamina el cuerpo de cristo

la anfeta la sangre. 

Mi tío Hugo

Su piel dorada por la consecuencia de  

ciertas pieles sufrientes del sol abrasivo
de la realidad sujeta a la constante 

de no saberse en algún lugar

que no sea la clase obrera.

Porque pareciese ser que el tiempo opera como un enjambre

de balas afiladas que socavan cualquier rastro

observancia plena o dificultad venidera 
los días están plagados de una negra ternura.

Suena el eco pitido de un tiempo pasado
mejorado en el vientre de la carencia

fundamentan la historia en el medio de todo

perdiendo el rastro supurante de constantemente sufrir. 

Piero su rastro entre botellas vacías rotas por bocas negras

dientes negros y esa realidad cubierta de sinsentidos
supina concentración de elementos de la naturaleza

a punto de estallar por los aires.

Encomiendo a las almas el servicio de tu búsqueda

Resguarda en la amongelatina el pulso de la patria 

Tiembla la mano por las bebidas narcóticas

Apunta al enemigo con la rabia del hambre. 

Poema para ir de a poco

Fuera una obra

un pormenor tiempo deseoso

la brújula rota

goteando cabezas de infructuosa pendiente

pensando la convicción de hacerme tuyo

resistiéndome al hecho prematuro

de querer ser la punta

de tu lanza afilada

lacerando la comisura

de ese espacio confidente

entre mi ombligo y espalda

lanzándome al sepulcro

indubitable

de tu hacer

a ese contorno escurridizo

ubicado entre mis ojos

y los tuyos

cuando se encuentran 

al medio del deseo

al final de la ternura. 

. 

 

Jilguero de otoño

Siempre pensé que te encontraría en los tiempos del viento
tenía esa impresión porfiada de creer que las cosas más hermosas
aparecen en la estación más mágica y melancólica del año.

Le achunté a medias, porque apareciste en invierno y llegaste en verano.

las ventiscas te quedaban chicas
y tenías que llegar con el frío
porque eras demasiado sol.

Pero como un beso,
- el otoño - encuentra siempre su lugar
los estudiantes se toman las calles
acusando el gatopardismo de los viejos
tocandosé a escondidas como peces  libres

los gatos/nosotros
nosotros/ los gatos
volvemos a casa
lejos del espejismo del invierno,
el encanto de la primavera,
o ese deseo de verano.

Hoy,
el otoño te pertenece
con sus colores, calores y lloviznas
algo parecido a nuestros abrazos dormidos. 

algo parecido a como ama este gatito
acomodado entre tus piernas
o
saltando detrás tuyo como un perrito guatón,
feliz. 

Un buen despertar.

Seguramente no sonará la alarma

desde hace un tiempo

dormir contigo hace del amanecer

un momento previo cubierto

de tus brazos llenos de historias

y es que realmente

cuando estas a mi lado

dejo de buscar el sueño

para buscar la consciencia

de tu despertar. 

El trabajo como tal

en la esclavitud moderna del sujeto

pierde el peso de sus cadenas

acostumbradas a mantenerme 

enterrado entre las sabanas. 

La ducha y el café se vuelven

una sensación térmica poderosa

desde donde las concentraciones del tiempo

van desde un lugar lejano a un lugar cercano

mientras Kiev tiembla ante las bombas rusas.

Preparo un desayuno entre queso y mantequilla

unas cargas de café calientan mis manos

todo el coloquio

para los 15 minutos de alegría

compartir contigo el alimento

alimentarme con tus besos

besar tus mejillas de fuego

quemar mis ojos con los tuyos

para partir de nuevo a la pega

no sin antes darme cuenta

de que mi cuerpo se desplaza

pero mi alma queda encerrada entre tus rodillas. 

 

Mala Racha 5

Existencia fáctica
convertida en presagio
nunca antes visto
en la constitución 
del oxímoron que puede significar
tu determinación
y lo que generas.

Andar de malas parece ser

una forma angustiosa de moldear el tiempo
las cosas como pedazos de otras cosas
los seres iluminados en el enfrentamiento al pánico

Tus letras dicen cosas que tus ojos no observan

pareciera ser vienes de un lugar al cual no se llegar   

y espero algún día

recibirte en una cometida cierta

como el presagio futuro

de tus fuerzas

unión de todas las risas

conjugando esta promesa.  

Acercamiento artístico.

Trate de declamar una canción

y me sabía tan fuerte

que no supe como ingresar sus letras

dentro de la dimensión que habitamos.

Después, busque cantarte un dibujo

pero era tan extenso

sin la posibilidad de vivir sus bordes

al otro lado del planeta donde te encuentras.

Entonces, te pinte un poema

tenía el problema de ser opaco

y distónico como el sol

difícil como el claroscuro. 

Será entonces el arte la premura

desbocada de lo que me haces

en esta piedra afilada

donde me siento a esperar tu retorno.

Que hago mientras duermes en nuestra cama.

Sentir una conexión fuerte

a pesar de las distintas distancias

entre mi ahogo

y la congoja del tuyo.

Soy la perdición propia del tiempo

 

La escultura congelada del desagravio

Los temores posibles

los heraldos sinceros

Las canciones imperecederas 

álbumes nostálgicos

vida

y muerte

agonía 

y resurrección. 

Soy el dolor interno

la ternura efímera

los corazones simpáticos

los terrones de azúcar morena

las jugosas y rosadas acepciones incontrolables 

Soy un tiempo de espera

sacrilegio romano

frontera perdida 

dentro de mi corazón

razón sucinta

ojos consternados

jauría disentida

enfocada en los momentos

del color.

Curiosidad repentina

Estalla en mi cabeza 
la curiosidad sabrosa
de no sabernos cómplices
de no sentirnos enredados
de saber estas en otros pensamientos
de la despedida permanente. 

Esta sensación reprimida
permite olvidar las preguntas

¿Cómo serán tus besos?

tus cariños
tus dedos pasando entre mis muslos
mi boca rozando la nota alta de tus hombros

Soy el curador encargado
de guardar este deseo
ocultar en mis ojos estas ganas
de desvestir tus ropas con mis palabras

Es esta curiosidad repentina
de imaginar el sabor de tus dientes
de escuchar tu risa pegada a la mía
descalabrar tu mundo con mi poesía
definiendo cosas que nunca se definirían.

Aunque nada pase

Aunque sea un deseo eternamente reprimido

Aunque sea la canción más triste del mundo

de un amor no correspondido

de una imposibilidad agotada de sostener.  

Empecinados en correr como perros

Desde poquito, chiquito, desde la dulzura plena del pecesito pequeño 

me convertí, entre todos los niños de la fiesta, en quien más cargaba el peso del desajuste cotidiano de olvidarse de tanto

procurando ser el dueño de mi destino

de forma cual pocas cosas pueden ser dueñas de pocas cosas.

Soy un corazón abierto sumergido en el tiempo

la concupiscencia del sumidero astral

la grieta pagana azotada por falta de discernimiento

una sonrisa disimulada

una canción a cuestas

soy la pena cuantiosa

el dedo magullado

la puerta cerrada

el castillo abandonado.

y me pregunto porque las cosas no pueden ser fáciles para mi

y la respuesta me estalla frente al espejo como si fuera un resabio de todo ese pasado donde aprendí a sufrir sin consideración. 

 

Piensame en forma infinita

Por el solo hecho de ser tierra

en este despojo de humedales donde sacas entre desconsuelos una que otra enseñanza

quiero ser la fuente que llene de intenciones tu desenfado

atropellando con mis galopantes emociones las construcciones que habías creado en estas zarzamoras donde mis dedos magullados acercan el fruto dulce de esta imposibilidad conformada

quiero hacer el amor contigo contemplándonos desenfrenadamente 

disculpa de antemano las consecuencias que puedo traer a tu existencia, a tus sentidos, con esta terrible forma que tengo de sentir, una carga que no haría llevar al peor de mis enemigos

quiero recorrer con estas manos el timbre nostálgico de tu voz 

azuzar esos recovecos donde ocultas las ganas de conocer lo que estas rodillas agotadas preparan a modo de sacrificio para curvar tus pestañas

quiero descontrolar el destino y volverlo un montón de nitroglicerina

Por el solo hecho de ser mar.

Quien puede lo más, puede lo menos.

Siento recorrer suavemente la ansiedad por entre los huesos que acomodan esta maquinaria 

con sus cicatrices y tatuajes, trazados dispersos en apariciones misantrópicas 

rodeando lo que pareciese ser una confusión absorbida en si misma

trato de comprender ese amor que Charles tiraba a las palomas borrachas que jalaban cocaína en los bares y borraban su composición más en Puccini que en Wagner, pero 

es tan difícil la misericordia en el amor y el desconsuelo en la perdida, por eso el penacidio Pizarkniano alimenta estas sombras abandonadas en casas de ketamina, pero

al mismo tiempo vuelve la sensación resplandeciente de pensar en volver a embarcarme en esta aventura repetida pero negligentemente significativa para contenerme al asombro, a la perspicacia sabida, pero

pareciera ser que la tarea recae en un beso tuyo, el único enjambre diferido donde las canciones sentimentales aplacan la gracia de ser un piscis nefasto, un terrón de azúcar hipotético, pero 

sirva la muerte la confusión futura

sirva la extensión del tiempo la claridad del ocaso.    

La impajaritable reacción al dolor

No se olvida el dolor

de sus profesiones ancladas

de sus ingresos fehacientes

No se olvida el dolor

de las negaciones humanas

de las presuntas faltas a la verdad.

No se olvida el dolor

de las veces donde fuimos

de los lugares donde llegamos

No se olvida el dolor

de la concepción cristiana

de la culpa católica.

No se olvida el dolor

por más que quiera hacerlo

por más que se pierdan los conceptos

No se olvida el dolor

por menos falta que haga

siendo una frecuencia inaudible.