se fueron
nunca estuvieron
nos dejaron de lado
nos dejaron la diversión
el odio, el baile
se llevaron el oro
las botellas caras
quedaron las cajas
las drogas
nosotros.
se fueron
nunca estuvieron
nos dejaron de lado
nos dejaron la diversión
el odio, el baile
se llevaron el oro
las botellas caras
quedaron las cajas
las drogas
nosotros.
he puesto mi corazón en la entrada de tu puerta
porque tiene en sus aortas tatuadas la suplencia de mi cadáver
es una esquina dentro de esta casa vacía
un lugar sin condiciones
apenas con una voz de entrada
donde a veces
tu sonrisa hace de entre abertura
como sol acuñando las mañanas.