domingo, 30 de septiembre de 2018

Cristo, INC.

Desafiando toda lógica
en su absurdo inmediato,
convirtieron a la generación impecable
en un momento de guerra sinigual.

armaron a los más valientes,
siempre los niños,
quienes ponen el pecho a cualquier bala,

karma social que pagan en nombre nuestro,
si existe un jesucristo, está reencarnado en ellos, con la identidad de quienes se agotan cada cierto tiempo llevando a un rincón bien perverso de cada uno de nosotros la promesa falsa, la idea continúa, la gracia llevadera, la sonrisa desdentada.

y su sangre es el tolueno
y su cuerpo es la pasta

y la comparten entre ellos,
matan por ella, como un judas simbólico,
mueren por ella, como un jesús real.

Y la virgen maría quedó canonizada en un peladero de la periferia, con sus ropas rotas y su terror, obligado a su vientre.

Y José pelea un puesto en el suelo de la micro repleta, preocupado de los ladrones, pensando en llegar a beber al templo.

Niños de la noche
de los barrios,
de las de las sacrosantas poblaciones
de los episcopales campamentos
del santo sufrimiento.

Cristo viviría en la pincoya, en la santa adriana, cerca de la huamachuco, tomando las casas del volcán II, derramando su cuerpo como una sustancia tóxica que enfoca su hacer hacia las penas llevaderas, hacia los bosques que son azotados por la primavera, una y otra vez.

Bienaventurados quienes puedan pagar su suscripción mensual,
en carne o en monedas,
acá todos vamos al cielo.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Decidí evitar las cosas que me recuerdan a ti.

Hui de las ciudades,
aleje los caminos,
cerré mis ojos a los rostros,
encallé mis pies en las rocas,
besé por última vez el viento,
y me arrojé por el precipicio del olvido.

Esperando en el fondo,
no encontrarme contigo.