Estalla en mi cabeza
la curiosidad sabrosa
de no sabernos cómplices
de no sentirnos enredados
de saber estas en otros pensamientos
de la despedida permanente.
Esta sensación reprimida
permite olvidar las preguntas
¿Cómo serán tus besos?
tus cariños
tus dedos pasando entre mis muslos
mi boca rozando la nota alta de tus hombros
Soy el curador encargado
de guardar este deseo
ocultar en mis ojos estas ganas
de desvestir tus ropas con mis palabras
Es esta curiosidad repentina
de imaginar el sabor de tus dientes
de escuchar tu risa pegada a la mía
descalabrar tu mundo con mi poesía
definiendo cosas que nunca se definirían.
Aunque nada pase
Aunque sea un deseo eternamente reprimido
Aunque sea la canción más triste del mundo
de un amor no correspondido
de una imposibilidad agotada de sostener.