Abre el cielo a regañadientes sus ojos
rogando que la luz
no deje pasar los colores;
esconder todos los pañuelos
buzos negros color tierra;
tiene - su presencia evaporada - el miedo de que
permita su existencia
a los asesinos autodenominados elegidos
ver el campo de tiro
montado por el hambre
en la gaza emergente de la noche
- la luna explota en llanto -
No sabe el cielo,
no tiene porque saberlo
que los rimadores de la miseria
tienen armas técnologicas
permitiendo ver el blanco y rojo
en el medio de la oscuridad
en la frente de las madres, de los niños,
No sabel el cielo
el zampar liturgico
que evoca jugar horrorosamente al blanco
destruyendo la carne
aniquilando la sed
a punta de muerte
lleno de balas
en el aire polvoso
de la expansión del daño
como la harina
pero no es harina
es polvo
que no llega a ninguna boca
y las manos dejaron de saludar
no llegaron con la comida
al espacios reminicente de un día
que puede ser siempre
el ultimo en el que comer.
Desde ese día
todos los panes del mundo
fueron más amargos en su desempeño
no habia levadura que pudiese hacer crecer
la miga escaza y la coraza
se volvio mas oscura
como nuestro corazón.