Eso lo aprendí de cabro
cuando jugaba a ser choro
me creía vío
siendo solo una caga chica
brocacochi tuneado en la eléctrica
buscando la emoción que había visto
en los libros de Ginsberg
en los paseos de Kerouac
me tragaba lo que llegaba a mis manos
tonteras que se le habían quedado
a un primo que había vivido con nosotros
antes de suicidarse
en las vigas del block.
Me pegaba en las tardes
en el calor de los parques sin pasto
sin arboles
mirando las caras de los viejos
llenas de tajos - ojos gastados
sus guatas diseccionadas escondían los mapas del ovalo
toneladas de dientes ausentes
componiendo el sorbo para las gárgolas
duras como piedra
revoloteando las esquinas/los pasajes/la pasta
palomas llenas de tierra.
Uno de ellos era el Dani, viejo duro y apacible,
le faltaba un ojo
le sobraba un corazón
un día me dijo - hermanito -
pocas cosas te puedo enseñar
- vo vai a ser brígido me decía - tení caeza -
recuerda: los giles gritan y mueven las manos
el choro anda callaíto -
su pape, para enseñar
el puntazo pal engrupido
uno a uno, como hombrecito.
Pero hijo - hermanito - papi
nunca en la pobla - acá se respeta
nunca cagues donde comes
nunca donde duermes
nunca donde duermen los tuyos
porque donde se come
no se caga
- ¿Entendiste a lo maldito? -
Años después y 21 estaciones de metro mas lejos
en clase de introducción al derecho
en el monumento frío de la escuela de mármol
me hablaron de Kant, de sus máximas
un Alemán que no había escuchado nunca,
distinto al otro Alemán que había leído,
Marx, el viejo comunista que me heredaron
mis viejos, profes comunistas que trabajarán toda su vida,
con sus libros testaferros que devoré,
aparecían pal 11 quemando neumáticos,
cantando canciones, suspirando desaparecidos
la sangre en mi pobla.
Sentado en esa banca fría de la universidad fría
la epifanía clasista atravesó mi cabeza
mientras rumiaba la enorme sala llena de cuicos
- el finao Dani siempre enseñando -
el imperativo categórico de la Aurora
era la dimensión de mi hacer
- donde se come no se caga -
y acá yo no como, acá yo cago
por eso los bancos se queman
a los pacos se les camotea
ellos son el hambre
y Kant, Marx y el Dani
estarían de acuerdo conmigo.