Una vez
cuando el día se enfocaba categóricamente en ser noche
me contuve frente al resabio de la rabia monumental
entre esas noches que no son propicias
y esos días que se pierden
tampoco son para tanto
nada es para tanto a esta altura
mis amores son venideros
mis corazones pelafustanes
y a veces creo que escribo porque me gusta
porque no se como llevar estas rabias permanentes más allá de mi
más hacia a ti
y aunque quiero con desenfado que leas lo que te escribo
cada centímetro de lo que soy tampoco quiere darte pena
porque la pena es para los gatos
y yo soy un gatito bien herido
en busca de una dueña
y tu una dueña
que busca un juguete.