sábado, 9 de marzo de 2024

El testigo de la masacre de la harina.

Abre el cielo a regañadientes sus ojos

rogando que la luz

no deje pasar los colores; 

esconder todos los pañuelos 

buzos negros color tierra;

tiene - su presencia evaporada - el miedo de que 

permita su existencia 

a los asesinos autodenominados elegidos

ver el campo de tiro 

montado por el hambre

en la gaza emergente de la noche

 - la luna explota en llanto - 

No sabe el cielo, 

no tiene porque saberlo

que los rimadores de la miseria

tienen armas técnologicas

permitiendo ver el blanco y rojo

en el medio de la oscuridad

en la frente de las madres, de los niños,

No sabel el cielo

el zampar liturgico

que evoca jugar horrorosamente al blanco

destruyendo la carne

aniquilando la sed

a punta de muerte

lleno de balas

en el aire polvoso

de la expansión del daño

como la harina

pero no es harina

es polvo

que no llega a ninguna boca

y las manos dejaron de saludar

no llegaron con la comida

al espacios reminicente de un día

que puede ser siempre

el ultimo en el que comer.

Desde ese día

todos los panes del mundo

fueron más amargos en su desempeño

no habia levadura que pudiese hacer crecer  

la miga escaza y la coraza

se volvio mas oscura

como nuestro corazón.

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