un día comencé a bailar
y mientras bailaba
mi cuerpo se enfrentaba
a las balas zumbantes que venían de una tierra lejana
y mientras más balas
más grande
me volvía y más bailaba,
sabiendo que con mis movimientos
podía enfrentarme a cualquier ofensiva
de cualquier hemisferio
o cualquiera bandera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario